Prefiero vivir mi propia realidad.

Ver y no creer. Querer y no sentir. Llorar y sin mojar. Reír y sin sonrisa. Poder y no querer. La carcajada más sincera y más clara, el corazón más limpio y cubierto de una fina capa de amor. Pequeños gestos que marcan grandes diferencias. Pequeños pasos que te llevan a altos cargos. Un empujón es suficiente, un aliento de prosperidad, una sonrisa en vez de un silencio, un te quiero en vez de un hasta luego.
Aparentar cosas que no somos para sentirnos personas distintas, cambiar de vida y ser felices, pensar de otra manera, gesticular de otra forma. Aparentar algo que no eres en realidad.
A veces nos sentimos como un autor del modernismo, queremos viajar a lugares hermosos, a lugares en los que la fantasía abunda, a lugares con los que sueñas llegar algún día. Querer llegar a ser un Rubén Darío y tener esa facilidad de evadirse a lugares rodeados de lujo. Lugares llenos de armonía, de paz, de amor, de colores, de cuentos.

Comentarios

  1. así vivimos mucho tiempo, aparentando ser quienes no somos, siempre nos ocultamos un poco ante los demás.. muy bonito

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Adiós 2022

Momentos

Trotsky