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Mostrando entradas de octubre, 2014

Un nuevo comienzo.

La verdad es que mi vida es tan simple, redonda, ciclar... Si a mi me preguntan por acontecimientos, aventuras divertidas que me hayan pasado, podré contar dos o tres, no más. Y todas coinciden con viajes que he hecho fuera de España. Por eso he llegado a la conclusión de que me voy a ir a vivir a América. Decidido. Cuando tenga la edad suficiente voy a coger un avión y que me lleve directa a Los Ángeles. Quiero vivir otra vida que no sea la mía. Poder correr sin tener a nadie al lado que me diga que yo no corro tanto. Quiero aprender inglés, comer cosas nuevas... Sentir emociones nuevas. Puede que todos los pensamientos de que en América todo es más divertido me venga de las películas. Y lo sé. Son sólo pelis, no son reales. Pero me gustaría intentar hacer mi película favorita realidad.

¿por qué?

¿por qué tengo que ser ese mini punto? ¿por qué no me puedo cambiar a otro cuerpo? No enserio, si yo me lo propongo pero por más que hago fuerza con la mente para cambiarme a otro cuerpo, me duele la cabeza. Al principio pensé que estaba haciendo efecto pero cuando me miré en el espejo y vi que seguía siendo el puntito que nadie ve por que no brilla, ni se mueve, ni hace nada. Supe que solo me iba a tener que conformar con el dolor de cabeza. Aunque bueno, a veces en los sueños si que lo consigo pero no es lo mismo, por que al fin al cabo, tarde o temprano me levanto, me vuelvo a mirar y sigo siendo yo. El puntito. Y no es que no me guste. Tiene ciertas ventajas, como que en clase te preguntan menos, tienes más facilidad de que ningún niño-bronca se fije en ti y te quiera pegar... Pero bueno son pocas las ventajas. Yo prefiero ser un puntazo que todo el mundo ve, que está bordado con diamantes y que pase lo que pase, siempre brilla. Aunque llueva y a los puntitos se nos encrespe el pe
Hay que si príncipes hay que si sapos, solo existen bestias y no han sido conjurados. Con dientes afilados si te muerden ya no hay cambio. El pelo su adicción y su calma el moratón. Cuanta más sangre echas, mas se enaltece la bestia. Ahí tienes la salida y con mucha elegancia te digo que te vayas y si quieres te lo digo en inglés o en francés, da igual. Quiero ver como te marchas mientras te susurro al oído que fuiste mi suicidio. Y es que contigo era más fácil llorar que hablar o respirar. Daba igual, si no obtenías lo que buscabas conmigo la pagabas. Era tan fácil hacerme reír, pero cuánto te costaba. Pensé que todo cambiaría, que la bestia se transformaría, pero yo me equivocaba, todo esto fue una farsa. Reuní las pocas fuerzas que me quedaban para hacer una llamada, pedía tregua y con esperanza aguardaba minutos de espera para la escapada. Pero una mano se alzaba sobre mi cara y arrebataba todas mis esperanzas. Pero no era tarde, se habían escuchado mis plegarias. Congelado