Todo comienza con una mirada.

Una mirada fría, un beso tras ese día, dos corazones se juntaron, ahora son sólo uno en cada pecho. Nuestras manos se tocaron y gritamos a los cuatro vientos que algo nuevo estaba pasando. Alegrías, sonrisas en cada esquina. Ya no nos pinchas ni las espinas. Ya nada nos separará, ni la bengala de otro amor. Ni los suspiros que mencionan el perdón. Porque ya sólo es un corazón. Agárrame la mano, vallamos a un universo paralelo lleno de gente, de familias, de muchas risas, de colores alegres, de esperanzas, de ilusiones.
un rinoceronte rosa, una casa en medio de la costa. Decir cosas sin sentido y reírnos hasta despedirnos.

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