Entradas

Mostrando entradas de 2019

Momentos

Parece mentira que dentro de nada ya sea navidad. Y pensar que llevo evitando todo el verano momentos en los que más te he podido echar de menos. Esos intentos han sido en vano. No he podido evitar el necesitar que me acompañaras cada vez que merendaba, o como tú decías “vigilar qué comía”. Te encantaba mirar cómo me preparaba mi leche con galletas principes machacadas y a mi me encantaba ver que te sorprendía la pasta que hacía con ellas, a pesar de tus mezclas culinarias, como migar el pan con aceite en leche y luego morder un trozo de queso, mientras te metías un trozo de ese pan mojado en la boca. He de reconocer que era una de las cosas que más me gustaba desayunar con la abuela y contigo. Gracias a tí, aprendí a comer muchas cosas que jamás hubiera pensado que me podrían gustar. Otras, quizás, las dejaré para cuando sea algo más mayor. Pero no eran esos los únicos momentos en los que pensaba mucho en tí. He pasado el verano esperando a que te despertaras de tu siesta par

Felicidades atrasadas.

Ayer fue tú cumpleaños y a decir verdad, no tuve la valentía de pararme a pensar en cómo lo hubiéramos pasado.  Hoy, un día después, he decidido hacerlo. Y no te puedes hacer idea de lo que duele. Duele ver que no puedo verte, duele el pensar que no puedo agarrar tu mano, ni tu la mía. Duele cada segundo que siento que te has ido. Hace días que he dejado de sentir tu calor, ahora todo está frío. Sin embargo no me lo creo, no he querido ni podido ser consciente de que no estás en tu casa. Pero cada día que pasa te echo más en falta. Estoy segura que un día como hoy, hace un año, hubiera estado pensando en mis cosas, sin pensar que fuera relevante algo tan vulgar como un cumpleaños, una simple fecha más. Sin embargo, un año más tarde se la doy y envidio a mi yo del pasado que no teme a marcharse de tu lado, porque sabe que nunca te vas a ir.  Es increíble lo importante que se vuelve un simple recuerdo. Es lo que te mantiene feliz y a la vez lo que más te hace sufrir, per

Qué pasa.

El pensarlo me genera miedo y el no admitirlo no me produce alivio. El sentarme a reflexionarlo hace que mi pulso se acelere y que mi cuerpo tiemble. Ese pensamiento que ronda continuamente. Esa vaga idea de si realmente es lo que sientes, pero son demasiadas cosas ya en tu mente. No sabes, no entiendes, no escuchas, no hablas.  Vuelan palabras que no tienen sentido, pero si significado. Se habla de conjunto, de comunidad, de grupo o de hermandad.  A veces me siento sola, otras sé que vivo acompañada. A veces me siento ignorada y otras escuchada. Muchas personas comprenden lo que digo, otras muchas hacen que mis palabras caigan al vacío.  Tú conoces esa sensación de querer pegar un grito, de romper tímpanos con ese chillido, de que te escuchen y te entiendan, que te apoyen y te quieran. Abrazos que son necesarios o palabras reconfortantes en momentos clave. Letras de canciones sin sentido que llegan al alma cuando menos se espera.  Tiembla mi cuerpo cuando lo l

De mí para tí.

No entiendo qué está pasando. No comprendo porqué no puedo creerlo. Tengo la sensación de que aún sigues aquí, a nuestro lado. Siempre he pensado que la inmortalidad existía por tí, que tu eras el inventor de ella. Pero parece que me he equivocado, la inmortalidad es solo un producto de películas que no comprenden cómo funciona el ciclo de la vida.  Pero es cierto. Realmente no pienso en tí como en algo que ya ha pasado. Siento que estás presente siempre, que en nada voy a ir a verte. Por eso no siento ni angustia, ni pena, ni rabia. No rezo todas las noches para que vuelvas porque en realidad para mí nunca te has ido. Quizás todo esto sea porque nos despedimos. Nos dijimos un último te quiero la noche de antes de que te fueras. Porque nos pasamos la tarde de antes mirándonos y hablando sobre cosas cotidianas. Porque para mí era todo tan normal que nunca entendí qué estaba pasando. No puedo creer que no vuelvas a decirme que deje de ponerle sal a la comida, o que te pr