Una realidad que mata.

Dejaré de preocuparme por si el de al lado no aparece, por si se lo han llevado y no vuelvo a verle. Hoy me toca ir con el doctor muerte y quizás me deje los ojos de colores diferentes.
Ayer vi Como asesinaban a quince mujeres y entre ellas mi hermana. Hoy le rezo un día más a Dios para que no me abandone.
Quiero salir más allá de estas murallas, fuera de alambradas y lejos de metrallas. Quiero cambiar las balas por pájaros que cantan. Poder sacar la cabeza por una ventana sin rejas.
Será mejor que demos señales de humo porque se han olvidado de personas de otra raza, de personas con otras ideas, de personas que no estuviesen en lista, de personas que te podrían haber cambiado la vida.

Este texto lo escribo en nombre de todas esas personas que murieron o vivieron en campos de concentración. Por que darse uno cuenta de lo que esas personas vivieron, es darse cuenta de lo afortunado que somos los que no lo hemos vivido. Ninguna de esas personas se merecían lo que les tocó.

Comentarios

  1. https://www.youtube.com/watch?v=3KuwSloBNBU

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  2. Si quieres publicar lo que te dé la gana en , dímelo por wasap, por ejemplo y te incluyo como administradora. También podrás pener un enlace a este blog.
    Son alumnos y alumnas de 15-16 años de mi insti.

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