Felicidades atrasadas.

Ayer fue tú cumpleaños y a decir verdad, no tuve la valentía de pararme a pensar en cómo lo hubiéramos pasado. 

Hoy, un día después, he decidido hacerlo. Y no te puedes hacer idea de lo que duele. Duele ver que no puedo verte, duele el pensar que no puedo agarrar tu mano, ni tu la mía. Duele cada segundo que siento que te has ido.

Hace días que he dejado de sentir tu calor, ahora todo está frío. Sin embargo no me lo creo, no he querido ni podido ser consciente de que no estás en tu casa. Pero cada día que pasa te echo más en falta.

Estoy segura que un día como hoy, hace un año, hubiera estado pensando en mis cosas, sin pensar que fuera relevante algo tan vulgar como un cumpleaños, una simple fecha más. Sin embargo, un año más tarde se la doy y envidio a mi yo del pasado que no teme a marcharse de tu lado, porque sabe que nunca te vas a ir. 

Es increíble lo importante que se vuelve un simple recuerdo. Es lo que te mantiene feliz y a la vez lo que más te hace sufrir, pero no quieres olvidarlo. Es increíble la importancia que tiene el tiempo, cuando ya se ha acabado.

Y por eso, un día más tarde, te digo felicidades y gracias por haber aguantado todo y más. Por estar a nuestro lado y querernos tanto como nosotros te hemos querido. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Adiós 2022

Momentos

Trotsky