¡Hasta pronto pequeñas amigas!

Ayer sí, y antes de ayer también estaban. Las notaba volar y cosquillear mi estómago al mover sus alas. Eran de colores azules y rosas que espolvoreaban dentro de mi unos polvos amarillos que me hacían sentir que podía con todo. Estos seres eran mariposas. Mariposas que me hacían reír sin parar con sus cosquillas horarias.
Pero hoy, ya no las noto, no están. Siento un vacío. He dejado de sentir esas emociones que me transportan. Pero no estoy preocupada, no las hecho de menos. Solo ha sido una estúpida etapa pero ya han incubado y han volado.  Solo me queda despedirme con orgullo por que un día en mi se posaron. Y es que como un insecto tan pequeño puede ser tan hermoso y traicionero, como puede ser dulce pero a la vez con un toque picante, como puede prometerte un todo y que acabe en un nada. Pero esto no finaliza el camino llamado vida, sólo lo hace un pequeño tramo cuesta arriba pero que luego va a ser la cuesta más fácil que nos ha tocado vivir. Por eso hoy me despido de ellas...
¡Hasta pronto pequeñas amigas!

Comentarios

  1. Genial, el fenómeno de la mariposa es el que permite transformar un gusano en algo maravilloso, algo parecido opera tu blog en mi. Gracias Yeya

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